Caminos al horizonte

Tenía tantas cosas que decir, tantas cosas que he visto y vivido en esta nueva madriguera, pero esta noche sólo puedo pensar en una cosa.

Adios.

Ako dice: nos vemos en los bares.

Pastas y té

Intento acariciar tu fantasma y el reflejo hace ondas en mi té.

Nunca estás ahí cuando me giro para sonreirte de nuevo y tengo que echar mano de esa botella que me hace pequeña hasta desaparecer. Entre la hierba del jardín de atrás, el pequeño gato loco juega conmigo como con una ratita de juguete y tu sonrisa llena la pantalla, la habitación, la casa, la calle y desborda todo a su paso de camino a tu casa.
Cuando parece que te tengo al alcance de la mano tu piel se me escapa entre los dedos como arena derramada hasta las grietas del negro asfalto y sólo me queda buscar un pastel para hacerme grande y fuerte, para poder verte desde la distancia y sentirte tan pequeño que no me duelas tanto.

A veces, hay días tristes en los que una sombra llora y se inúnda la madriguera hasta el espigón de los gatos. Y sientes que llueve sobre mojado.

Persiguiendo al conejo blanco

A veces algo te obsesiona tanto que le das mil vueltas a todas las posibilidades, a todas las palabras y los gestos. Repasas cada instante, cada mirada, incluso con diferentes alternativas a futuros encuentros. Despues de estos días creo que el conejo blanco corre en otra dirección. Así no llegaré a alcanzarlo nunca.
Tanto tiempo he pasado esforzándome en no caer en la madriguera y ahora ni quiero ni sé como salir.
Mientras tenga poder de elección todo irá bien. Mientras queden antorchas en el camino todo irá bien.

Ako explorando.

Ako en la madriguera

Y sucedió lo que temía desde hace tanto tiempo, Ako cayó en la madriguera. Ahora tendrá que acostumbrar su vista a la nueva luz, a las nuevas formas, a los nuevos seres vivos que se encuentran cerca de su cuerpo y explorar poco a poco la situación.
Lo importante es no perder la calma y aprender de esta experiencia.

Lo primero será cerrar los ojos, sentir la propia respiración un momento y abrirse a esta aventura. Sin prisas, adaptándose a la madriguera como nos enseñó Platón.
Alguien dijo una vez que mientras se tenga poder de elección todo irá bien.

Ako en la madriguera.
La aventura comienza.